Carta 206: 18/02/16
OTRA ENFERMEDAD CONTAGIOSA Y MORTAL
Hace un tiempo compartíamos con nuestras lectoras y con nuestros lectores, comentarios reflexivos acerca de la “Consumopatía”, enfermedad contagiosa y mortal, que no figura en el listado de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, ni se enseña en las Facultades de Ciencias de la Salud. (*)
Hoy quisiéramos alertar sobre otra enfermedad contagiosa y mortal, que tampoco se enseña en las Facultades ni figura en el catálogo de la Organización Mundial de la Salud.
Se trata de la “Odiopatía” que también se expande por el mundo con características de pandemia.
La Odiopatía tiene su máxima expresión en las guerras. En las mismas se la induce mediante tácticas que alimentan odio hacia “el enemigo”.
Como si fuera algo natural se dice que siempre hay guerras.
Los especímenes de la especie humana son los únicos que se organizan para matar, “aniquilar” en términos castrenses, a otros seres de la misma especie
La Odiopatía no sólo está en las guerras. Se ha introducido en nuestra cotidianeidad.
Las conversaciones entre iguales, es decir entre los que piensan de la misma manera, destilan odio hacia los que tienen otras opiniones y/o son diferentes.
Es casi imposible que se den conversaciones amables entre quienes no piensan igual, al punto tal que se rompen amistades y se distancian los familiares.
Casi han desaparecido espacios para dialogar sobre visiones diferentes. No se escucha. Se insulta agresivamente con iracundia.
La Odiopatía se hace ruidosamente visible en los comentarios de lectores en los diarios y en las redes sociales. Odio al diferente y odio al que no piensa igual.
Quien escriba estas líneas sentipiensa que existen fuerzas oscuras que alimentan la Odiopatía en la cotidianeidad. Nada se puede construir desde el odio.
¿Cómo es posible tal aberración? ¿Es que hemos dejado de ser humanos? ¿Qué hacer?
El querido amigo Roberto Zaldúa, médico militante de la vida, nos supo decir con gran sabiduría:
No se trata de combatir a estos monstruos sino de reconocer más y más la Vida en cada lugar, en cada persona, en cada grupo... La Vida, como el hilito del collar uniendo casi imperceptiblemente para que todos sean uno. Ese será nuestro poder...
Y el siempre recordado Mario Benedetti nos invitaba a amar en defensa propia:
Cuando se ama en defensa propia
no importa que nos aceche el desamor.
La humanidad está sedienta de Amor. Vivir derramando Amor y Ternura es vivir de una manera revolucionaria y valiente.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio
(*) Carta N° 138 -
http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/carta_n_138_enfermedad_contagiosa_y_mortal.html