Salud Pública - Salud del Pueblo » Protagonismo político del nivel local de salud - Julio MonsalvoÚltima actualización: 13/08/2012
PROTAGONISMO POLÍTICO DEL NIVEL LOCAL EN SALUDReflexiones acerca del Área Programa de responsabilidad de un Establecimiento Sanitario Público.
Julio Monsalvo*
Más que libros y artículos en revistas especializadas, es la realidad vivenciada en numerosos escenarios la que nos ha enseñado que las más lúcidas políticas, formuladas con las mejores intenciones y acompañadas con muy detallados planes y programas, naufragan si en el Nivel Local está ausente la consubstanciación con las mismas.
Con mucha frecuencia los anuncios de esas políticas han quedado en el recuerdo como un listado de buenos anhelos que nadie tomó la decisión de ejecutar.
En más de una oportunidad en los ámbitos de un Ministerio de Salud de alguna Jurisdicción o País nos han mostrado planes de salud que eran desconocidos en los niveles operativos que visitábamos a posteriori.
Alguna vez hemos visto a alguna autoridad presionada por algún medio de comunicación, designando precipitadamente a algún profesional, generalmente médico recién graduado, sin que el mismo sea informado de las políticas sanitarias ni de las responsabilidades comunitarias.
Sentipensamos que valorar y jerarquizar el Nivel Local es condición indispensable para las transformaciones deseadas en pos de la justicia social, especialmente en lo que se refiere a la concreción del derecho a la atención accesible de los problemas de salud, disponiendo de todas las alternativas posibles y siempre con un acompañamiento cálido, de manera universal y gratuita.
Más aun, creemos que el Nivel Local es desde donde se puede y se deben promover relaciones políticas, ambientales, sociales, educacionales, sanitarias y económicas que generen las condiciones para vivir en un Mundo Saludable que es como entendemos en toda su dimensión el Derecho a la Salud para todas y todos, y no un derecho reducido sólo a la atención.
Por todo ello nos permitimos compartir algunas reflexiones sobre un concepto organizativo para implementar las políticas sanitarias en el Nivel Local, que se lo conoce en nuestro país como “Área Programa”, “Área Programática” o “Área Operativa”
I- Revalorando el Área Programa recordando su efectividad para implementar Políticas Sanitarias
Leemos un trabajo de la Dra. Elsa Moreno evaluando los primeros cinco años de aplicación del Plan de Salud en la Provincia del Neuquén que se puso en marcha en 1970 (1)
Uno de sus párrafos está dedicado al esquema organizativo del Sector Salud relatando la decisión de establecer tres niveles de conducción, Central, Zonal y Local, asignando funciones específicas para cada uno de ellos.
Respecto al Nivel Local, nos cuenta que las Zonas sanitarias se dividieron “en Áreas Programas, cada una de ellas correspondiente a un establecimiento con internación”
El objetivo de adoptar este criterio fue “convertir los numerosos programas “verticales” que se venían formulando en años anteriores en un único programa operativo a nivel establecimiento”, con el convencimiento de “que este concepto de área geográfica de responsabilidad de cada establecimiento de atención médica es el eje rector de todo cambio en la organización de los recursos de atención médica.”
El Plan de Salud de Neuquén es muy conocido por su continuidad en el devenir de los años y por su efectividad para mejorar indicadores convencionales.
El artículo de referencia efectúa una comparación de los resultados que arrojan dichos indicadores en el año 1970 con los del año 1975.
Por ejemplo, la Tasa de Mortalidad Infantil que en 1970 era de 107,6 º/ºº, había descendido en 1975 al 42,7 º/ºº
La información oficial referida a 1970, nos muestra a Neuquén integrando el grupo de cuatro Provincias con Tasas de Mortalidad Infantil superiores al 100,0 º/ºº, las más altas del país: Jujuy 132,6 º/ºº; Salta 114,4 º/ºº, Neuquén 107,6 º/ºº y Chaco 100,1 º/ºº (2)
En cambio, en los últimos datos oficiales que disponemos correspondientes al año 2005, encontramos nuevamente a Neuquén integrando un grupo de cuatro Jurisdicciones, esta vez de las que exhiben las Tasas de Mortalidad Infantil por debajo del 10 º/ºº, las más bajas de Argentina: Tierra del Fuego 6,7 º/ºº; Ciudad Autónoma de Buenos Aires 8,0 º/ºº; Río Negro 9,4 º/ºº y Neuquén 9,9 º/ºº (3)
Otro dato demostrativo es el descenso de la Tasa de Mortalidad entre 1 a 4 años que de 5,2 º/ºº en 1970 se reduce 1975 al 2,6 º/ºº
El dato más actualizado que disponemos, también del año 2005, nos informa de una Tasa de Mortalidad de 1-4 años del 0,5 º/ºº en Neuquén.
Visitando esta Provincia en más de una oportunidad, hemos podido constatar la satisfacción de los pobladores por la atención en el sistema público de salud. Algo que también se ha reflejado en evaluaciones externas.
Merece destacarse que la Provincia de Salta ha creado por Ley 6277, del 27/9/84, las Áreas Operativas de responsabilidad de cada efector del sector público. Dicha Ley, en su primer articulo expresa: “Establécese como Unidad de Programación y Administración de Salud de la provincia de Salta al Área Operativa, territorio de responsabilidad sanitaria de cada Servicio de Salud dependiente de la Secretaría de Estado de Salud Pública….”
Emociona leer el Plan para la Aplicación de la Medicina Preventiva y Curativa en la República Argentina, del año 1948.
En ese Plan, en donde se evidencia el pensamiento del Dr. Ramón Carrillo, nuestro primer Ministro de Salud Pública de la Nación, se plantea la organización de la medicina preventiva con un concepto de regionalización. Allí se habla de “unidades primarias o centros de salud tipo C” y de la creación de los “Comités Vecinales de Colaboración Social”
La visión de salud integral de Carrillo se muestra en el listado de tareas que se proponen para estos Comités, tales como acción domiciliaria; desocupación, aprendizaje y orientación vocacional; economía doméstica; fiesta y beneficios; educación sanitaria; costuras y afines; coordinación y otras. (4)
En los años 80, convencidos del protagonismo que debe tener el Nivel Local para implementar las políticas sanitarias, propugnábamos en Chaco y Formosa talleres de Programación Local en diversas Áreas Programáticas de esas Provincias
Decíamos por ese entonces:
“Sería deseable que cada Jurisdicción cuente con una Política Sectorial y un Planeamiento en Salud que identifique los problemas jurisdiccionales o regionales, señale los objetivos e indique las estrategias adoptadas para implementar los grandes cursos de acción.
“Con este marco el Nivel Local, que tiene su expresión operativa clave en el concepto de Área Programática, debería asumir esos objetivos dentro del territorio geodemográfico que le compete.
“Esté o no claramente explicitada la Política, el nivel operativo local no puede dejar de asumir el cuidado de la salud de toda la comunidad que se halla dentro de su Área” (5)
Alertados de que en algunos lugares se confundía Área Programática con “área de influencia”, recordábamos “que el concepto de Área Programática es un concepto de área de responsabilidad del Establecimiento Sanitario Base”.
Nos llegaban noticias de que algunos pensaban que debía ser un indicativo a la población para concurrir a un determinado establecimiento. Por el contrario, sosteníamos el “derecho a la libre elección” por parte de la población de acudir al Establecimiento que quisiese.
También planteábamos que ese derecho de libre elección debería extenderse a elegir al profesional que desee.
La necesidad de que este derecho tuviera vigencia en el sector público, tenía una expresión muy concreta en el momento de asistir un parto. Nos parecía que era un derecho básico que la mujer eligiera la o el profesional con quien se sintiera mejor acompañada.
Considerábamos que “el Área Programática debería ser lo suficientemente pequeña para que el conocimiento de la situación y el seguimiento del estado sanitario de las personas y del medio ambiente sea realmente factible”
Hoy, con una visión más crítica, reflexionamos sobre algunos aspectos que cuestionamos, tales como:
- rigidez de algunas normas de procedimiento
- hegemonía médica en la ejecución de los programas
- considerar que las tasas de mortalidad y el incremento de “producción de servicios” son sinónimos de mayor calidad de salud (esto significa reducir el “Derecho a la Salud” al “derecho a la atención de los problemas de salud”)
- participación planteada como colaboración (consideramos que participación es que la comunidad forme parte de la toma de decisiones y de la veeduría y control de las instituciones)
- decidir prioridades y realizar programaciones locales exclusivamente por parte de los trabajadores del sector
- abordar problemas y acciones sobre las personas y sobre el medio ambiente de manera diferenciada.
Tenemos conciencia que todos estas facetas críticas son superables, como lo son todas las que puedan ser detectadas en un proceso de trabajo, siempre que exista la decisión de superarlas, la capacidad operativa para ello y, en especial, la actitud cooperativa y entusiasta de transformar.
Las deficiencias o enfoques incompletos son mejorables basándose en lo avanzado y no negando todo lo que se haya construido hasta el presente. Es riesgoso quedarnos con la “fotografía” del momento sin considerar la “cinematografía” de la construcción histórica.
La historicidad debería estar siempre incorporada como variable de análisis tanto científico como para las decisiones políticas y técnicas.
No obstante, a pesar de las críticas mencionadas, desde nuestra óptica anhelaríamos que este concepto de trabajo por área geodemográfica de responsabilidad de cada establecimiento, funcionara hoy en todo el país.
Pensamos que si el dibujo que ocupa el Área Programa en algún organigrama fuera la expresión de algo dinámico y vital, los servicios públicos de salud serían optimizados y se tendrían múltiples resultados que no sólo se acotarían en las mejoras en algunos indicadores.
Hemos visto que en donde se ha aplicado esta simple modalidad organizativa con una clara y fuerte decisión política, se dan respuestas rápidas y efectivas a muchos problemas de salud de la población.
Nos parece que es necesario que en el trabajo en el Área Programa se intenten maneras de participación democrática por parte de la comunidad.
Un camino ha sido iniciado desde el año 2002 en la Provincia de Formosa, por el Programa Salud Comunitaria que tiene como propósito esencial valorar los conocimientos locales que hacen al cuidado integral de la salud.
Como resultado de ello, en algunos establecimientos las y los profesionales han incorporado otras terapias.
Sin embargo, lo que nos parece más importante, es su capacidad de convocatoria que genera una entusiasta participación para compartir saberes y haceres generando una relación saludable entre la Comunidad y el Sistema Local de Salud, aportando también a facilitar el diálogo intercultural en esta Provincia multiétnica. (6)
Definir un área geodemográfica de responsabilidad es un concepto que se halla dentro del principio de la Regionalización Sanitaria.
Este principio ha sido definido clásicamente como “un método de administración destinada a disminuir la morbilidad y la mortalidad evitables, ofreciendo a una población definida dentro de un área geográfica limitada, las prestaciones de un plan de salud mediante un organismo efector coordinado que cuente con fuente de financiación suficiente y oportuna”. (7)
En el marco de esta definición convencional, se dice que “el elemento que dimensiona el proceso” es determinar esa “población definida” para dar servicios a un grupo humano.
Este enfoque centrado en la población humana creemos deber ser superado a la luz de los nuevos descubrimientos científicos que cuestionan al paradigma mecanicista de la ciencia dándonos una mirada holística del mundo.
La propuesta es asumir el Área Programa como un ecosistema, lo cual nos lleva a centrarnos en la Salud del Ecosistema Local, incorporando diferentes concepciones de la ciencia que generan nuevos conocimientos. Entendemos que la gestión de gobierno en todas sus manifestaciones no puede dejar de considerarlos.
II- Resignificando el Área Programa asumiendo el Enfoque de Salud de los Ecosistemas
Salud de los Ecosistemas es un pensamiento que nos lleva a ver y aprehender la territorialidad como un todo en sintonía con los nuevos conocimientos que nos hacen ver el Universo de una manera integrada y relacional.
Fritjof Capra, prestigioso físico que desde hace décadas brega por el cambio de Paradigma Científico, nos enseña que “en el nuevo paradigma, se invierte la relación entre las partes y el todo. Las propiedades de las partes sólo pueden comprenderse a partir de la dinámica del todo. En última instancia no existen las partes. Lo que llamamos una parte es simplemente una configuración en una red indivisible de relaciones”. (8)
Por lo tanto, se hace necesario que comprendamos, y sobre todo sintamos, que la Población Humana es Ecosistema pues integra las relaciones que lo conforman.
Ya hace tiempo que científicos que se hallan en la frontera de la ciencia cuestionan al Paradigma Científico al cual el mencionado Fritjof Capra lo denomina “viejo paradigma… cartesiano, newtoniano baconiano, dado que sus principales características fueron formuladas por Descartes, Newton y Bacon”
Ilya Prigogine, Premio Nobel de Química 1977, también nos ilustra sobre cambios radicales en la ciencia, “en efecto”, nos dice, “en el curso de los últimos decenios nació una nueva ciencia: la física de los procesos de no equilibrio. Esta ciencia condujo a conceptos nuevos como la auto-organización y las estructuras disipativas, hoy ampliamente utilizados en ámbitos que van de la cosmología a la ecología y las ciencias sociales, pasando por la química y la biología” (9)
Prigogine define la ciencia como un “diálogo con la Naturaleza…Uno de los grande proyectos del pensamiento occidental ha sido entender la Naturaleza. No debe confundirse con la idea de controlar la Naturaleza”.
Capra afirma contundentemente que “hoy el objetivo de la ciencia es casi sinónimo de dominio y control sobre la Naturaleza y está muy estrechamente ligado a la tecnología” Más adelante expresa su anhelo: “Muchos de los que estamos en el movimiento del nuevo paradigma creemos que esta asociación del hombre dominando la Naturaleza, que es una actitud patriarcal, debe ser divorciada de la ciencia. Quisiéramos ver emerger nuevamente una ciencia en la que los científicos cooperen con la Naturaleza para aprender sobre fenómenos naturales y ser capaces de seguir el orden natural y el fluir de la corriente del Tao, como dicen los sabios chinos”. (10)
Una Ciencia de dominio y control es funcional al sistema capitalista, el cual ya ha dado más que suficientes pruebas de su capacidad de generar No-Salud.
En tanto una Ciencia cooperativa con la Naturaleza, por ser tal, contribuye a la solidaridad y a la armonía y por lo tanto se constituye en un sustantivo aporte a la Salud.
Ante estos cambios en la Ciencia la propuesta es resignificar el concepto de Área Programa comprendiendo a todo su territorio como un Ecosistema Local.
Una primera consecuencia de ello es la necesidad de romper la dicotomía “población-medio ambiente” y asumir la integralidad en la totalidad.
Creemos que el pensamiento ecosistémico que proponemos nos facilitará ver y aprehender este mundo de relaciones en el Ecosistema Local en el cual se desarrolla nuestra vida en sus multifacéticos aspectos.
Insistimos que el Área Programa debería ser lo suficientemente pequeña de modo tal que sea posibles tener un conocimiento personalizado de la misma.
Con el enfoque de Salud de los Ecosistemas se toma conciencia que trabajar por la salud del Ecosistema Local es trabajar por la salud integral de la comunidad.
Además, Salud de los Ecosistemas es un pensamiento articulador de las relaciones sociales, políticas, económicas y ambientales que en el presente hacen a la vida de la sociedad humana.
“Lo primero es ver si el suelo está vivo… si el suelo está vivo tendremos plantas sanas, animales sanos y también personas sanas”. Estas palabras claras y sencillas expresadas por mujeres campesinas, nos revelan sus sentimientos de percepción de pertenencia al Ecosistema Local.
Sostenemos que el enfoque ecosistémico en el Área Programa se debe aplicar tanto en zonas rurales como urbanas, a diferencia de un pensamiento bastante generalizado que cree que sería sólo factible en las primeras.
A nuestro criterio es tan necesario asumir como Ecosistema Local tanto el Área Programa del gran Hospital como la del Centro del Barrio y la del Establecimiento Rural.
La salud es una sola. Lo que le ocurre a la Salud del Ecosistema, le ocurre a la totalidad de la población humana, sea ésta urbana o rural.
Imaginamos a trabajadores de la salud y de la educación con pensamiento de Salud de los Ecosistemas, desarrollando su trabajo con la teoría y la práctica de la Transdisciplinariedad, movimiento en el mundo que se propone revertir la fragmentación del conocimiento.
La Transdisciplinariedad es una propuesta superadora a la multidisciplinariedad0 y a la interdisciplinariedad.
Quizás la función por excelencia a realizar sería la de poner en marcha la “Alfabetización Ecológica” propuesta por Fritjof Capra (11) para la cual se requiere una mentalidad y una actitud transdisciplinaria.
“Ser ecoalfabeto”, nos dice este notable científico, “significa comprender los principios de organización de las comunidades ecológicas (ecosistemas) y utilizar dichos principios para crear comunidades humanas sostenibles”.
Capra centra su propuesta en “la naturaleza cíclica de los procesos ecológicos” ya que el sistema como un todo no produce basuras, “lo que es residuo para una especie es alimento para otra”.
Esta propuesta provoca un ruidoso contraste con el modelo civilizatorio hiperconsumista que se pretende imponer globalmente,
Se podrá achacar que se trata de una propuesta muy romántica, que en caso de aplicarse sólo sería posible en las comunidades rurales.
Nada de eso, Capra cuestiona la linealidad de los sistemas industriales y realiza propuestas muy concretas que explica con detalles aplicando el pensamiento no lineal de la teoría de la complejidad a la vida cotidiana con la práctica del ecodiseño.
De esta manera promueve “la transición de una economía de bienes a una economía de servicios y flujos” (12), con cero emisiones y convirtiendo los residuos en recursos asegurando una drástica reducción en el consumo de materias primas.
No obstante, el autor de estas líneas siente la obligación de expresar sus sentipensamientos al respecto, ya manifestados en reiteradas oportunidades; “la especie humana, si sobrevive, lo hará viviendo solidariamente en pequeñas comunidades. Este sentipensar es una amalgama de especulación teórica y de ensoñares propios, anhelando un mundo saludable para las generaciones futuras, de las cuales forman parte ya sus nietas y nietos”. (13)
Más que tener en cuenta estos conocimientos que surgen de un nuevo paradigma de la ciencia es esencial tomar conciencia que tiene que ver no sólo con nuestro trabajo en salud sino también con nuestra propia vida personal. “La supervivencia de la humanidad dependerá de nuestra alfabetización ecológica, de nuestra capacidad de comprender estos principios y vivir en consecuencia”. (14)
En la línea de la ecoalfabetización es interesante consignar la Propuesta Pedagógica para la Salud de los Ecosistemas, conocida como “Esperanza y Alegremia” que se está desarrollando en diversas Provincias Argentinas y Países, “con niñas y niños” de todas las edades, en distintos niveles educativos formales desde el preescolar al universitario, en escuelas informales, en trabajo grupales espontáneos entre vecinas y vecinos, encuentros, etc. (15)
Se trata de una herramienta educativa que tiene como propósito desarrollar conciencia de nuestra pertenencia a la Naturaleza y estimular la realización de acciones de manera colectiva para el cuidado de la Salud del Ecosistema Local.
Una de las metodologías probadas trabaja reflexivamente acerca de siete componentes esenciales para la vida en el Ecosistema Local: Aire, Agua, Alimentos, Albergue/Abrigo, Amor, Arte, Aprendizaje (Las siete A” de la Esperanza) para vivir personal y colectivamente con “Alegremia” (alegría circulando por nuestra sangre)
Para cada uno de ellos se proponen las siguientes consignas:
(1) ¿Cómo me siento siendo “A”?: Apela a volver a sentir que somos Naturaleza
(2) ¿Qué tiene que ver “A” con mi vida?: Procura involucrarnos vivencialmente con el entorno y con uno mismo.
(3) ¿Cómo se halla “A” en mi ecosistema local?: Trata de hacer tomar conciencia que la salud es una sola
(4) ¿Qué hacer?: Motiva a una acción colectiva para el cuidado de la salud de nuestro Ecosistema Local.
Nos parece que esta propuesta pedagógica es una estrategia que desde lo cotidiano ayuda a aprehender la realidad de manera holística como nos indican los nuevos descubrimientos científicos.
Descubrimientos que al cuestionar el mecanicismo y el reduccionismo analítico, nos acercan a las sabidurías milenarias de Pueblos Originarios que tienen como centro a la Vida.
Valoramos la intelección que supone la adquisición de todo conocimiento. Sin embargo parecería que en este instante de la Historia de la Humanidad está aflorando una recuperación del sentir de nuestros orígenes: sentirse parte-de, perteneciente a la Tierra, al Cosmos todo.
Esto significa que los seres humanos estamos asumiendo nuestra pertenencia a la Vida, por lo tanto se hace necesario que las Políticas Públicas se constituyan tomando como centro la Vida, es decir que sean Biocéntricas.
III- Revitalizando el Área Programa como Espacio Generador de Políticas Públicas Biocéntricas
Asumir el nuevo paradigma de la ciencia, que nos hace ver el universo como un mundo de relaciones en el cual no existen las partes, tiene una importancia esencial para la salud y nos involucra personalmente, con la singularidad de cada ser, en nuestras propias cotidianeidades.
Se trata nada menos que de un cambio de Paradigma Cultural ya que detrás de todo Paradigma Científico existe un Paradigma Cultural.
Desde los comienzos de la Modernidad, hace ya más de cinco siglos, la cultura eurocéntrica ha tratado de imponer su modelo civilizatorio antropocéntrico al mundo todo.
Dado que una de las características esenciales de este modelo es el patriarcado, bien podríamos hablar de una cultura androcéntrica.
Sandra Payán, compañera militante por la salud de los ecosistemas, nos dice en un reciente trabajo que “la manera como miramos y nos relacionamos con la Vida, con nosotros mismos, con los otros y con la Naturaleza, constituye nuestro Paradigma Cultural” (16)
La autora nos invita a pensar en tres dimensiones: “Científica”, para entender la realidad; “Sociopolítica y Económica”, para organizarnos como comunidad y “Cultural”, que es el sentimiento que origina todo.
De este sentimiento surgen visiones encontradas y antagónicas del mundo y de la vida que se expresan por dos Paradigmas Culturales: Antropocéntrico y Biocéntrico.
El Paradigma Antropocéntrico es sentirse por fuera de la Naturaleza y en contra de la misma. Ve a la Naturaleza como “una bodega de recursos” que está a su disposición. El pensamiento y el sentimiento capitalista con su afán de lucro y acumulación llevan a la explotación de los “recursos” y de los propios seres humanos.
Es alienante que esta cultura antropocéntrica que se sitúa por fuera de la Naturaleza y siente que los seres humanos no pertenecen a la misma, no se pregunte entonces qué es la especie humana.
Desde este paradigma se entiende a la salud fragmentada, eminentemente biologicista y expropiada por la maquinaria de la industria del medicamento y de la aparatología médica La atención de los problemas de salud se la considera como un bien de consumo más.
El Paradigma Biocéntrico es sentirse Naturaleza, perteneciente a Ella. Al decir de una anciana campesina “A esta plantita la hizo Dios a igual que a mí, es mi hermana, yo soy importante y ella es tan importante como yo”
La Salud desde este paradigma es un asunto vital, integral, conciencia de nuestras capacidades de aprender y de generar bienestar y felicidad. Es la Salud del Todo, es una sola Salud.
Quizás pueda aportar para comprender cómo se evidencia en lo cotidiano estos dos sentimientos culturales el detenernos a considerar dos maneras de entender y practicar la “Ecología” (17)
Una es la llamada “Ecotecnología” que tiene como premisa que si la ciencia y la tecnología están destruyendo el Planeta, esa misma ciencia y tecnología pueden ayudar a salvarlo. Se expresa generalmente apelando “al manejo racional de los recursos naturales”
Se trata de una concepción y una práctica desde el antropocentrismo. Se arroga el derecho de “manejar”, jerarquiza la “racionalidad” y considera a flora, fauna, suelo, ríos, mares, aire, a toda expresión de vida, como “recursos”.
Otra es la mirada desde el biocentrismo conocida como “Ecología Profunda”, pensamiento desarrollado por el filósofo noruego Arne Naess. Concibe al mundo como una red de fenómenos interconectados, no separando a los seres humanos ni a nada del entorno natural. Se trata en realidad de una percepción espiritual ya que se experimenta conscientemente un sentimiento de pertenencia a la Naturaleza y de conexión con el Cosmos.
Ya no es andar por el mundo “cuidando no contaminar un río o dañar un árbol” ya que directamente “no me sale”. Dañar y contaminar algo del entorno es sentir el daño y la contaminación en mi propio ser
Un sentimiento Biocéntrico genera otra ética, otra manera de ser y situarse en la Vida y tiene su manifestación más contundente en otras pautas de consumo.
La supervivencia de la Humanidad demanda un cambio de modelo civilizatorio. Nuestro hermoso Planeta Azul está manifestando los síntomas de los daños y enfermedades que le está provocando continua y crecientemente la cultura antropocéntrica.
Estos síntomas además de estar siendo cada vez más conocidos lo estamos experimentando casi cotidianamente con las manifestaciones del cambio climático entre otros hechos.
Ante la magnitud de la crisis de la salud del Planeta, emocionalmente corremos al menos dos riesgos:
a) ignorar lo que sucede y seguir insistiendo en el modelo civilizatorio consumista de la explotación y acumulación
b) resignadamente paralizarnos creyendo que nada podemos hacer desde nuestro ser y estar en el día a día.
El tomar conciencia que el Planeta Tierra es un sistema conformado por millones de subsistemas que son los ecosistemas locales, debe estimularnos a la acción desde nuestros propios espacios microfísicos. Y así salvarnos de los riesgos anteriormente mencionados, permitiéndonos el camino de la esperanza y de la liberación…
Corrernos del Antropocentrismo al Biocentrismo en un Ecosistema Local es ya aportar efectivamente a la Salud de todo el Planeta. Lo que ocurra en un Ecosistema Local repercute en el Todo.
El Área Programa es un territorio ideal ya que nos ofrece un escenario para promover la revolución del cambio cultural. Una revolución mundial que la sentimos ya en marcha pues tiene múltiples expresiones.
Movimientos sociales y ambientalistas, marchas por la Paz, Foros Sociales Mundiales, Continentales, Nacionales y Locales, Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos y mucho más, son expresiones emergentes de los sentipensares de la Humanidad que quiere vivir.
Tenemos el regalo de la Vida de vivenciar con comunidades campesinas, Pueblos Originarios, vecinas y vecinos en barrios de las grandes urbes, con otras pautas de consumo, realizando acciones transformadoras que enseñan que Otro Mundo Solidario Posible ya está en el presente coexistiendo con el Mundo Competitivo Neoliberal.
Lo esencial son las acciones y transformaciones que ocurren día a día en los niveles locales, aunque muchas veces no se tenga plena conciencia que con ellas se esté aportando significativamente al cambio cultural.
Visualizamos el Área Programa revitalizada, como generadora de políticas públicas desde el momento en que se evidencia más y más el corrimiento del Antropocentrismo al Biocentrismo.
Cualquier iniciativa, ya sea de obras de infraestructura o de servicios, provenga de donde provenga, antes de ponerla en práctica, debería ser precedida de un estudio serio y responsable, con enfoque ecosistémico, de manera tal que el Área Programas tenga claridad si dicha iniciativa aportará a la salud o a la no-salud del Ecosistema Local.
Imaginamos el Nivel Local como el escenario donde se hace posible y necesario concretar las nuevas Políticas Públicas Biocéntricas, en un doble flujo:
a) desde el Área Programa generando Políticas Públicas Locales Biocéntricas que aportan a la salud del Todo
b) desde los niveles de Gobierno estableciendo Áreas Programas para que las Políticas Públicas Biocéntricas se concreten en programas operativos participativos.
Francisco “Tingo” Vera se ha criado en la selva misionera en el Departamento San Pedro, Provincia de Misiones, Argentina, donde actualmente vive
En los encuentros de salud popular siempre nos aporta sus reflexiones que nacen de su profundo amor a la vida.
Tingo nos regala sus sentipensares de esta manera:
“Leamos el libro del Bosque, el libro de la Naturaleza que nos da tantas lecciones para la comunidad de los seres humanos. Si observamos en el bosque no hay mayores problemas.
¿Por qué es así? No existen problemas porque en el bosque no hay egoísmo, siempre están trabajando uno para el otro.
Hay comunidad de vida en el suelo, están los microorganismos que son los cocineros porque son los que elaboran los nutrientes para las plantas, a partir de los minerales, como una cocinera elabora los alimentos.
Hay una ayuda mutua entre las raíces de los árboles y los microorganismos y entre los vegetales y los animales, ya que se producen pasturas y frutos.
Hay ejemplos para la Humanidad. No hay egoísmos y todos trabajan una para el otro. Existen familias, cientos en una hectárea de selva y no se molestan una a otra.
Existen árboles enormes que prestan sus cuerpos para que una liana pueda recibir la luz del Sol y a través de esa luz pueda vivir. Y también este grandioso árbol sabe que esa frágil liana también a él le es útil, ya que por su aroma lo protege de alguna bacteria o insecto que lo pueda enfermar.
Este es uno de los tantos ejemplos de solidaridad que tiene esta comunidad de vida en la selva y que los seres humanos no practicamos” (18)
Nos decía Alayna Watene Aotearoa, representante del Pueblo Maorí (en la hoy Nueva Zelanda) ante la Asamblea Mundial de los Pueblos en Bangladesh:
“Yo no sé de dónde salió el dicho ‘Pienso, luego existo’, no nos gusta, comparto lo que dice mi pueblo: Pertenezco por lo tanto soy”
El cambio cultural está ya. ¿Qué vamos a esperar? Felizmente hay millones y millones de “Tingos” y de “Alaynas” que sintiendo su pertenencia al Cosmos, están siempre dispuestos a aprender de la Vida.
Y esto es esperanzador, son signos que hacen visible ese paso del mundo capitalista de la competitividad, del maquinismo, de la guerra, de la explotación, exclusión y extinción; al mundo solidario, armónico, de paz, respetuoso de la Vida y de toda forma de vida.
Esta esperanza no es un sueño utópico irrealizable. La Historia nos enseña que son los sueños las que la ponen en movimiento y los que generan las más profundas transformaciones.
En cada Área Programa hay seres que desde su serestarhacer, continuamente generan fuerzas revolucionarias que hacen que haya un regreso al sentirse Naturaleza, al Paradigma Biocéntrico generador de conocimientos y de organizaciones humanas felices por ser sustentables.
(1) Moreno, Elsa; Mortalidad Infantil en la Provincia del Neuquén, Archivos Argentinos de Pediatría; T. LXXV, Nº 5, 1977, pág. 280
(2) Secretaría de Estado de Salud Pública; Indicadores de Bienestar y Salud; Estadísticas Vitales y de Salud; Serie 8; Nº 3; Sept.1973
(3) Ministerio de Salud de la Nación; Oficina Panamericana de la Salud; Indicadores Básicos; Argentina 2007
(4) Plan para la Aplicación de la Medicina Preventiva y Curativa en la República Argentina; Secretaría de Salud Pública; Secretaría de Trabajo y Previsión; Instituto Nacional de Previsión Social; 1948
(5) Monsalvo, Julio y Picasso, Pedro; Programación Sanitaria Local; Ministerio de Salud Pública y Acción Social del Chaco y Ministerio de Salud Pública de Formosa; mimeo; 1985
(6) Zorrilla, Alberto y Monsalvo, Julio; Salud Comunitaria; Emancipación; Nº 3; Sept.2007
(7) González, Antonio J., Programación Regional; en Medicina Sanitaria y Administración de Salud; Abraham Sonis y colaboradores – T- 2 – Atención de la Salud – El Ateneo 1978 – pág.215
(8) Capra, Fritjof y Steindl-Rast David; Pertenecer al Universo, Planeta, Buenos Aires, 1993
(9) Prigogine, Ilya: El fin de las certidumbres; Ed.Andrés Bello; Santiago de Chile; 1996 pag. 11 – 167
(10) Capra F. y Steindl-Rast, D.; op.cit. (1993) pág.34
(11) Capra, Fritjof: La Trama de la Vida; Anagrama, Barcelona; 1998; pág.307
(12) Capra, Fritjof; Las Conexiones Ocultas; Anagrama; Barcelona; 2003
(13) Monsalvo, J.; Ciudades con esperanza y alegremia. Hacia la salud de los ecosistemas; en Ciudades que Enamora; Verde-ser; Paraná; 2007; pág.23
(14) Capra, F. op.cit.,(1998) pág.314
(15) En la página www.altaalegremia.com.ar, enlaces “Esperanza y Alegremia” y “Notas Marcianas” se encuentran la historia de esta propuesta, los marcos teóricos y los relatos de experiencias varias.
(16) Payán, Sandra I.; Para pensarNOS, para vernOS, para encontrarNOS; Emancipación; Nº 3; Sept.2007
(17) Leonardo Boff en su libro “Ecología; grito de la Tierra, grito de los Pobres” desarrolla en extenso varias concepciones de ecología y consideraciones acerca de la crisis del paradigma de la civilización actual; Ed.Lumen; Buenos Aires; 1996
(18) Trascripción parcial de un reportaje efectuado en su propio hogar en enero de 1999- Boletín Red de Redes; Nº 9, Junio 2004
Publicado en “Cuadernos para la Emancipación”, Nº 4, Mayo 2008
* Médico sanitarista
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