Crónicas de Eventos » El cuidado de nuestro cuerpo - Proyecto en escuela especialÚltima actualización: 24/09/2010
“El Cuidado de Nuestro Cuerpo”, forma parte del Proyecto “Manos a la Obra: una propuesta de salud en el ecosistema escolar” formulado para la Escuela de Educación Especial Nº 509, dependiente del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires. Dicha Escuela funciona en Lanús con la Modalidad llamada “TES”, es decir para niñas y niños a quienes se les ha detectado Trastornos Emocionales Severos. Carolina Cazaux comparte relatos de algunos de los talleres que ya se han realizado durante el presente año 2008. Fundamentación El cuerpo, entendido como organismo físico y espiritual en interrelación dinámica y continua, nos aproxima a la idea de un Todo armónico que se expresa con cualidades propias que emergen de dichas interrelaciones. Los procesos que él nos muestra como por ejemplo los sentimientos, las emociones, su crecimiento, sus transformaciones, las enfermedades o la salud, son vividos de manera diferente en cada persona haciéndola singular y única. Sin embrago, siendo seres singulares, vivimos en constante relación con el mundo circundante formando parte de sistemas biológicos complejos o ecosistemas, que también se manifiestan con cualidades propias que nacen de las relaciones entre sus integrantes. Con esta mirada, el cuerpo es nuestra forma de comunicación y relación tanto con nosotros mismos como con el mundo. Y, tanto en el ecosistema como en el cuerpo, existen relaciones de interdependencia puesto que los cambios que se produzcan en cualquiera de sus componentes afectarán al resto de ellos, y por lo tanto, a todo el sistema. Trabajar entonces en este sentido, mediante actividades promotoras de relaciones saludables para nuestro cuerpo y nuestro entorno, constituye un aporte a la salud integral de los niños, sus familias y el personal de la escuela, todos componentes del ecosistema escolar. Propuesta de trabajo Hablar del cuidado del cuerpo nos lleva a plantearnos no sólo estas relaciones sino también qué cuidados son los que necesitamos para sentirnos sanos. Tomando en cuenta esto, se propone, a priori, una lista de temas desde donde poder ir acercándonos a los conceptos planteados, quedando abierta la misma a las modificaciones que vayan surgiendo durante el desarrollo de las actividades. Las actividades se realizarán a lo largo de todo el año lectivo. Las mismas se prepararán, en el caso de los chicos, para cada grupo junto con su docente y tomando en cuenta los intereses grupales y singulares que cada niña o niño muestre. Se trabajará mediante talleres, juegos, lectura de cuentos, teatralizaciones, títeres y expresión corporal a través del arte (música, plástica, danza, etc.). Estas prácticas podrán realizarse tanto con los chicos como con los adultos puesto que proponen un acercamiento creativo hacia la relación con nuestro cuerpo y con los demás, de manera que facilite el encuentro con nosotros mismos en relación al otro. La forma en que se propone realizar las actividades se ha denominado como “Encuentros-Talleres” a raíz de que esta modalidad conlleva la idea del encuentro humano como un momento trascendente en nuestras vidas, en el que podemos sentirnos cerca del otro y acompañarnos en nuestros procesos individuales, grupales, familiares y sociales. El taller, supone la idea de elaboración o producción de algo, que en este caso podrán ser tanto elaboraciones manuales como también conceptuales que surjan de los encuentros y el diálogo. De modo que tanto el taller como el encuentro ocurren en un mismo momento y no es posible separarlos en una u otra forma de actividad. Para trabajar con el personal de la escuela en los temas planteados, se propondrá la posibilidad de abordarlos en las Jornadas Docentes. La siguiente es una lista temática con la que se comenzará y que, como se dijo, queda abierta a las transformaciones que sean necesarias:
Vale contar que la propuesta de estos temas conceptuales no se sustenta en definiciones preconcebidas sino más bien pretenden mostrarse como ideas fuerza en la construcción conjunta que nazca del diálogo, del encuentro, del juego o de cualquier otra actividad que realicemos para acercarnos a conceptos colectivos que nos enriquezcan en lo humano. A su vez, cada una de estas ideas fuerza incluye diverso tipo de actividades relacionadas con todas las demás. Así por ejemplo, al hacer una huerta en la escuela iremos hablando, viendo y compartiendo el cuidado de la Vida, los procesos y el desarrollo, la alimentación, etc; como también todo aquello que surge de las actividades grupales: los sentimientos, las relaciones, los valores, el espíritu grupal como fuerza creativa y generadora de esperanza o el sentido de pertenencia, por solo mencionar algunas cosas. Abrazando la idea de formar parte de un ecosistema escolar, de que somos Naturaleza y Vida dentro de Vida, iniciamos este vuelo plasmando las ideas y ensoñares en palabras, mientras vamos viviendo el comienzo de las actividades como una “suelta de sueños” lanzados al Universo. Y dejando como reflexión un pasaje de un escritor argentino, compartimos esta idea que moviliza fuerzas y esperanzas y que, de algún modo, despierta el alma: “En la vida existe un valor que permanece muchas veces invisible para los demás, pero que el hombre escucha en lo hondo de su alma: es la fidelidad o traición a lo que sentimos como un destino o una vocación a cumplir.” (Ernesto Sábato, del libro La Resistencia) Junio de 2008 ENCUENTROS TALLERES¿Qué es estar sano? Se realizó en ambos turnos, con gran participación. El propósito era comenzar a construir un concepto de Salud que naciera desde nosotras y con el que nos sintiéramos a gusto. Cada una fue diciendo qué era para ella “estar sanos y sanas”, mientras otra mamá iba tomando nota. Durante la conversación fueron surgiendo distintos temas como por ejemplo, el momento político que vivimos en el país, el rol de la mujer en la familia, los afectos y los espacios propios que cada ser humano necesita para sentirse bien. Algunas de las construcciones que nacieron como conceptos de “salud” o “estar sano” fueron las siguientes:
Luego de leer y reflexionar sobre lo que cada una había dicho, leímos algunos conceptos que otros pueblos y comunidades tienen al respecto. Conociendo así cómo piensan algunos pueblos originarios como los Pilagá o los Paece (suroeste de Colombia), y también una comunidad de mujeres campesinas de Formosa o una comunidad de mujeres de Cali, fuimos viendo que había muchas similitudes entre lo que ellos y ellas decían y lo que nosotras habíamos estado hablando. Pensamos que tal vez haya algún “conocimiento universal” de lo humano que nos une en estas cuestiones básicas. Vimos por ejemplo, que muchos de sus conceptos tienen que ver con una sensación de plenitud del alma, con la alegría, con la unión con la Naturaleza y con una vida digna tanto en las condiciones sociales como espirituales. También comparamos todas estas concepciones con la definición de salud que da la OMS y vimos que había grandes diferencias que se deben a una visión “demasiado científica” de la vida. Creemos que, si bien la medicina puede ser una herramienta útil en el cuidado de la salud, no es lo único ni principal para hacerlo porque “sentirse sano” se relaciona más con las emociones, los afectos, la familia y los aspectos socio-culturales. Para finalizar, realizamos una síntesis con todo lo charlado dejando plasmados en papel nuestros sentires y pensares respecto a la salud. Así, las mamás del turno mañana realizaron una figura humana donde en cada extremidad se encontraban los conceptos que consideraron más importantes. Las mamás del turno tarde realizaron un árbol, mostrando un núcleo conceptual central (el tronco) desde donde se ramifican los demás conceptos. Nos despedimos entre agradecimientos y risas, esperando volver a vernos la próxima semana. La mujer en la familia Teniendo en cuenta que todas son mamás (y no únicamente de chicos especiales), nos propusimos charlar sobre qué lugar ocupa una mamá en la familia, cuáles son sus roles o funciones y qué es la energía de lo femenino. En un clima distendido, entre mates, galletitas y chistes, se fue desarrollando el diálogo. Hablar de la mujer, es decir de nosotras mismas, entre mujeres, genera una magia única que va despertando los más hondos sentidos y agudizando la mirada hacia adentro, como así también, aquella que nos devuelve el reflejo en las demás. Cada una con su forma de expresar lo que siente, con sus gestos y ademanes, con su humor peculiar, con sus timideces y extroversiones, cada una con su velocidad y su tono, nos fue contando al resto qué era lo que sentía y pensaba sobre el tema. En ese esfuerzo que demanda ser espectador y actor al mismo tiempo, fue naciendo la virtud femenina como una cualidad que mucho tiene de natural como de cultural. Todas fuimos hablando de la mujer como figura social desde nuestra cultura pero sin dejar de lado, o tratando de encontrar, aquellas características comunes a la naturaleza femenina. Cada una, desde sus vivencias, contando anécdotas, fuimos integrando una visión femenina que no excluye a los hombres sino que los involucra como parte de la armonía familiar y social. Fueron surgiendo así ideas respecto a la naturaleza femenina como el desarrollo del instinto o la intuición o del sexto sentido, la necesidad de cuidar al otro, la protección, la alimentación, la afectividad y el sostén emocional de la familia. También, planteado en términos de duda, surgieron pautas de conducta de la mujer que no sabemos si tengan que ver con nuestra propia naturaleza o con roles culturales. Hablamos en estos casos de la mujer como “la gran educadora y organizadora” del hogar, pues es la que se ocupa de las rutinas familiares, los horarios, la resolución de algunos conflictos de convivencia siendo también mediadora en las tensiones familiares. Por otra parte, es quien se ocupa de la economía familiar, como así también “la que está atenta a todo y a todos” velando por el bienestar general de la familia y de la casa. Respecto a esto, nos dijo Roxana “es la Susanita que te inculcan desde chica”, haciendo referencia a la serie de Mafalda. Se planteó además que la particularidad que ellas afrontan es la de sentir que tienen una misión especial en sus vidas con sus hijos especiales, dejando abierta la pregunta hacia la necesaria búsqueda interior. Porque también nace de estas reflexiones preguntarnos qué hay de natural y de cultural cuando hablamos de “lo diferente” o “lo especial”, cuál es el contexto del que nos sentimos parte y, a partir de este juego de relaciones, qué mirada del mundo y de la vida estamos teniendo. Este encuentro nos brindó la posibilidad de buscar interrogantes, de descubrir que es un espacio íntimo que nos hace bien y que es otra forma de encontrarnos con nosotras en soledad y compañía a la vez. Así lo vamos viviendo. Masajes bioenergéticos Esta vez, nos propusimos experimentar los masajes bioenergéticos como otra forma de acercamiento, sabiendo además, que podemos compartirlos luego con nuestra familia (incluidos los chicos), como también con amigos, vecinos o cualquier persona que quiera recibirlos. En el turno de la mañana participaron dos papás, además de las mamás. En el turno de la tarde estuvieron las mamás. Nos distribuimos en parejas ubicándonos en círculo, donde cada una fue eligiendo su lugar, tanto para hacer como para recibir el masaje. Las que íbamos a brindar los masajes, nos untamos las manos con pomada de mburucuyá y mientras empezábamos, fui relatando la historia de cómo los había conocido y contando cómo los hacen las mujeres campesinas. Se trata de masajes suaves, en este caso en el rostro, que las mujeres campesinas brindan para ayudar o acompañar a alguien que tenga una dolencia o que, simplemente, quiera recibirlos. Ellas cuentan que es importante que quien los va a brindar se sienta bien para generar buena energía. Se hacen en un ambiente confortable y tranquilo, tomándose el tiempo que sea necesario y ambas personas tienen que estar cómodas. Esta práctica está al alcance de quien quiera aprenderla y genera bienestar tanto en quien la recibe como en quien la brinda, pues genera un encuentro con el otro despertando sensibilidades, emociones y sensaciones que se van intercambiando a través de la piel, de los movimientos, de la actitud de acompañamiento… Luego de terminar los masajes, invertimos los lugares para que quienes lo brindaron pudieran recibirlo y viceversa. Al terminar, fuimos contando qué habíamos sentido. Algunas de las expresiones compartidas fueron:
Conté mi experiencia, recordando haber sentido algo similar cada vez que tuve la oportunidad de vivenciar esta práctica. Existe una conexión con el otro que es muy difícil de explicar, pues es como si los cuerpos estuviesen hablando su propio lenguaje, en una comunicación que ambos entienden aunque no se pueda traducir en palabras. Luego de los masajes, iniciamos el diseño del cuerpo humano que queremos realizar como material didáctico para la escuela. Y por último, surgió la propuesta de hacer una revista nuestra para fin de año, donde podamos contar estas y otras experiencias para compartir con otras personas. Una vez más, nos despedimos contentas y sintiendo que poco a poco, cada vez más, vamos encontrándonos con el sentido que nos une. “Esperanza y Alegremia” Este encuentro, ya casi finalizando el año escolar, nos ayudó a reflexionar no sólo acerca de otras miradas sobre la Salud, sino también sobre la Vida y sobre nosotras mismas. Luego de una introducción en la que compartimos cómo nace la idea de la “Alegremia” y sus ocho “A” (Agua, Aire, Alimento, Albergue, Amor, Arte, Aprendizaje, Armonía), la propuesta fue elegir una de ellas y expresar cómo nos sentimos siendo esa “A” y cómo es su aporte a nuestra Salud. Elegimos el Agua, y las reflexiones que nacieron fueron:
Por último, entre tanta charla y reflexión, una de las mamás propuso que también la “A” de “Adversidad” es necesaria para la Salud, pues se trata de una fuerza que moviliza hacia la búsqueda de las otras “A” vitales. Así, Patricia nos dejó esta idea: “Hacer un Arte y Alimento de la Adversidad genera Alegría y, por eso, Salud. Te empuja a hacer cosas y a buscar la Alegría.” Y así nos despedimos, conmovidas, alegres y agradecidas por este otro encuentro. Nuestra Huerta Esta tarea se desarrolla con el grupo de 2º ciclo “A”, desde el mes de junio hasta la actualidad. La primera actividad consistió en conversar entre todos qué es una huerta y qué necesitan las plantas para vivir. Así surgió que necesitan agua, aire, tierra, sol, amor y cuidado. Vimos también que son seres vivos, igual que los animales y las personas; y todos tenemos en común que necesitamos las mismas cosas para vivir. La siguiente actividad fue la siembra. Tomamos un cajón de manzanas, lo cubrimos por dentro con una bolsa de arpillera y volcamos allí la tierra. Hicimos 4 surcos en los que sembramos lechuga y cebolla. Mientras lo hacíamos, le pedimos al sol que nos ayudara en el cuidado de las semillas y que les diera mucha fuerza para crecer. Antes de que aparecieran los primeros brotes, nuestra actividad consistía en darle agua y sol, y antes de irnos de la escuela, poníamos el almácigo bajo techo para protegerlo de las heladas hasta el día siguiente. Cuando los brotes crecieron lo suficiente y las plantitas se veían fuertes, reordenamos el almácigo transplantándolas en nuevos surcos para que tuvieran espacio para seguir creciendo. Noviembre de 2008 Continuamos con nuestra tarea del riego y el sol, y a veces, les hablábamos a las plantas diciéndoles lo hermosas que estaban. En octubre, la lechuga ya estuvo crecida y cada uno se llevó a su casa una plantita para compartir con su familia. Aún estamos cuidando de la cebolla que sigue creciendo. Carolina Cazaux Noviembre de 2008
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