Foros Sociales » Vivencia del Foro Social Colombia 2008 - Sandra Payan

Última actualización: 18/06/2009

LE PERTENECEMOS A OTROS MUNDOS POSIBLES

Vivencia del Foro Social Colombia 2008
 
Soy colombiana y vivo en Formosa, Argentina. Vivo por opción en un país diferente del que nací, pero mis raíces están sembradas en una tierra que no tiene fronteras. Mi cuerpo es y está en un solo lugar.
 
En las aduanas nos registran y controlan tanto, que terminamos creyendo que pasar de un país a otro es como irse a otro mundo, o más bien, a otra cárcel. Pero la verdad es que todos somos una sola tierra, y que las fronteras son sólo artificios, así como las despedidas y los regresos, porque existe un solo Ahora y un solo Aquí.
 
Nuestras historias y nuestras realidades están “intersiendo”, se hacen las unas a las otras. Es decir que desde nuestras singularidades estamos siendo permanentemente una sola historia y una sola realidad. Comprenderlo es siempre una dicha, y hoy, es una urgencia.
 
Los problemas de cada territorio y de cada país, son los problemas de todos, de un solo Universo, de un solo planeta. Los miedos, los dolores, las esperanzas y las alegrías que se viven en cada territorio, en realidad se están viviendo en todos, en un único lugar, en la Madre Tierra a la pertenecemos.
 
La nueva ciencia, en consonancia con este sentimiento y con las transformaciones de este tiempo, dice que en el Universo todos estamos conectados entre sí, “enmarañados” cuánticamente. Una manera de decir eso que desde nuestros corazones y desde las sabidurías de nuestros pueblos ancestrales hemos sabido siempre.
 
Como tantas y tantos, estoy viviendo con mucho dolor los acontecimientos de los últimos tiempos de Colombia. Últimos tiempos que son demasiados. Así como es demasiada la confusión, la indiferencia y la manipulación que desde todos los bandos le están haciendo a las angustias y a las esperanzas de las personas.
 
Esta es una guerra que nos agota y desespera hasta enceguecernos, y esta es una ceguera que alimenta la guerra. Padecemos una violencia que se justifica a sí misma, que paraliza y que desesperanza. Una violencia que nos tapa los ojos y que nos arranca la piel, para no ver ni sentir las injusticias sociales que son el verdadero motor de esta guerra. Intereses macabros y lógicas crueles de este capitalismo que se come nuestros sueños y sobretodo, que se atraganta con nuestras ganas de soñar.
 
Pero milagrosamente, junto a esta realidad, una fuerza misteriosa y poderosa nos está impulsando a la esperanza. En medio del caos volvemos a creer en la Vida y hasta en la Humanidad. A veces parece que el mismo caos da intensidad a los colores de nuestras esperanzas, enciende un fuego extraño dentro de nuestros pechos y nos vuelve a hacer saber de ese “enmarañamiento”, de ese “intersomos” que le da sentido y poder a nuestras solidaridades, que le da grandeza a nuestras ganas, que pone en su justo lugar nuestras luchas cotidianas, que agudiza nuestra conciencia y que nos devuelve la sensibilidad.
 
Y es así como volvemos a ver, una y otra vez, “ese otro país que no aparece en las noticias”, como tan hermosamente lo nombra nuestro escritor colombiano William Ospina. Ese otro país del que no hablan los que se creen “dueños”, que no está en las telenovelas, ni en los comerciales, ni en los realities, ni en nuestro gastado sentido común. No se ve desde la superficialidad, nos está provocando y brotando desde nuestras más profundas raíces.
 
Ese otro país forma parte de esos “otros mundos posibles” que ya están amaneciendo, de esa nueva piel que le está naciendo a nuestra Pacha Mamá desde sus mismas entrañas.
 
El sábado 26 de Enero pasado, un día antes de viajar de Colombia a Argentina, recibí el regalo de ver en todo su esplendor “ese otro país”: Participé en el Foro Social Colombia. Una pequeña nota en un diario local que leímos el día anterior, nos advirtió de la existencia de este evento. Los medios nacionales de comunicación descarada e impunemente callaron este acontecimiento, así como lo hacen con todas las señales de vida de esa otra Colombia, de esa otra Humanidad, de esos otros mundos posibles que están poniendo en jaque a este mundo que se había creído exclusivo.
 
El Foro Social Mundial es un espacio en el que desde el 2001 se congregan infinidad de propuestas para otros mundos posibles. En él se visibilizan, resaltan y encuentran para potenciarse, ideas, sentimientos y acciones que están haciendo posible para todos, la equidad, la solidaridad, la paz y la sustentabilidad.
 
Este año, El Foro se celebró con la modalidad de múltiples eventos simultáneos en muchos países, y se llamó “Día de Movilización y Acción Global del Foro Social Mundial”.
 
En Colombia nos encontramos aproximadamente 300 personas en el Parque Simón Bolívar de la ciudad de Bogotá. Fue un día de fiesta en el que celebramos la Vida que triunfa y la esperanza que renace.
 
Encontrarnos para mirarnos y abrazarnos, es la única manera de sanarnos y recobrar “el gozo de pertenecer a una obra grande que a todos nos incluya” como lo dice nuestro querido Sábato. Mirarnos, no para evaluarnos y analizarnos, sino para conocernos y sabernos todos pertenecientes a esta Vida amorosa y sabia. Eso fue para mí el Foro Social Colombia 2008.
 
El Foro se organizó en ocho carpas temáticas, las cuales expresaban la diversidad e integralidad que va emergiendo de espacios como este. Los temas fueron: Arte y Comunicación; Educación; Memoria; Derechos Humanos; Agua y Territorio; Seguridad y Soberanía Alimentaria; Mujeres, Acuerdo Humanitario y Reforma Política; y Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Alrededor de cada tema se realizaron talleres, conferencias, videos, exposiciones, ritos indígenas, presentaciones culturales y mesas de diálogo y controversia.
 
Los protagonistas del Foro fueron los pueblos originarios, los jóvenes y el Arte.
 
En la mayoría de temas se escuchó la voz de diferentes grupos indígenas del país, quienes relataron sus luchas, compartieron sus sabidurías y participaron con su música y sus danzas, manifestaciones a través de las cuales “se conectan con la tierra y con los orígenes”. Los compañeros indígenas nos recordaron que todos le pertenecemos a la Naturaleza y que por lo tanto, “ni el Agua, ni ninguna otra expresión de ella, se puede mezquinar ni controlar”. Los diálogos y las alianzas que se están dando entre los diferentes grupos étnicos están permitiendo que nuestra diversidad nos una y nos fortalezca.
 
Gran parte de quienes participaron del Foro son jóvenes. Su pasión, entusiasmo y sus inquietudes aumentaron la esperanza y llenaron de colores este incierto y emocionante caminar.
 
Hubo múltiples manifestaciones artísticas durante todo el evento: bailes, música, teatro. El Arte acompañó y constituyó esta celebración, porque se vivió como espacio de encuentro, y como posibilidad de expresar las luchas, los avances y las claridades, más allá de las palabras.
 
En el Foro Social Colombia 2008 se hizo evidente que hay otro país, entusiasta, creativo, esperanzado y comprometido con la Vida, que está creciendo. Otro país, que se está burlando de las estadísticas y de los pronósticos, que está desafiando la racionalidad, que está transformando la historia. Yo creo en ese país, así como creo que todo acto, pensamiento y deseo que surja en cualquier lugar del planeta, que esté a favor de otros mundos posibles, está formando parte de esta transformación, está perteneciéndole a esta gran Revolución de la Vida por la Vida.  
 
Sandra Isabel Payán
Formosa, 7 de Febrero de 2008

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