Sentipensares » La Patria es el papá del "Fideo" trabajando - Damián Verzeñassi

Última actualización: 11/05/2012

“¡LA PATRIA ES EL PAPÁ DEL “FIDEO” TRABAJANDO!”

 
Asi es como, según la anécdota, definía a “La Patria” uno de mis compañeros de guardería, allá por 1980 o 1981…
Curiosa (y profunda) definición de algo tan recurrentemente invocado, “La Patria y el Trabajo”…
Primero de mayo… Día de los Trabajadores (aunque el calendario, capitalista por cierto, lo denomina “del Trabajo”)..
Vienen a mi cabeza imágenes, borrosas por cierto, de quienes merecen un homenaje, por su coraje, tenacidad, por su compromiso con la vida, expresado en el incansable accionar para lograr el salario con el cual alimentar y dar abrigo a los suyos…
Si, hoy, en este día tan general, quiero hacer mi homenaje a quienes lo piensan mas en singular…
A ese descendiente de italianos que, con su familia a cuestas, recorría la Provincia de Entre Ríos, como empleado de banco… el mismo que con esfuerzo y orgullo, levantó ese Cine en Victoria, para que las familias puedan disfrutar de la magia del “séptimo arte”, aún en esa ignota villa costera…
Al ajedrecista, mandolinero, que gracias a sus tijeras y peinetas alimentó varias bocas (propias y ajenas) y fue un ejemplo de trabajo, mas allá de algunas ingratitudes familiares… si, ese hombre bajito, de lentes, que disfrutaba de la vida, regalando serenatas a las jóvenes paranaenses (no siempre solteras… lo que seguramente le valió mas de una corrida a medianoche)…
También a quien, con la firmeza de los hombres de campo, crió tres hijos, mientras sostenía su “escritorio” allá, en La Paz… me pregunto a menudo ¿en quienes habrá pensado cuando participaba de esos encuentros de secretos “albañiles”, que sostenían los valores de la igualdad, la fraternidad y la solidaridad?..
Ellos, supieron de tiempos buenos.. también de los de “vacas flacas”… pero con sus manos, forjaron esa “Patria” y dieron vida, que dio mas vida, que hoy permite que estas líneas surjan…
Del amor que profesaron (y practicaron), nacieron otros y otras, que supieron amalgamar sus cualidades con las de Ellas, las Bisabuelas, las que hacían el vino pisando las uvas, las que acompañaban los hijos a la escuela, las que no podían elegir, pero sembraron en sus retoños libertad, independencia, fortaleza…
Humberto, con su dignidad inquebrantable, devolviendo a la gente sonrisas imperfectas, ensañaba que la belleza está justamente en lo diverso…
Con su paso señorial, su café en el Bar Flamingo, y mas acá en el tiempo, sus “artesanías” (aerosoles incluidos), Rosa Inés supo transformar el dolor en fortaleza en mas de una ocasión…
Ni hablar de Chela, en cuyos tejidos supimos encontrar el abrigo a mas de un invierno, sin darnos cuenta quizás, que la trama de sus hilos expresaba también la historia de quien nunca tuvo miedo de arremangarse y trabajar, y cuidar a sus hijos, a su padre, a sus hermanos, a sus nietos y bisnietos, como queriendo contagiar el amor que no pudo llegar a compartir con su madre…
Uno entiende entonces de donde viene Viviana, la de los mil trabajos… que hunde sus manos (partidas por la psoriasis), en el barro, para levantar sueños, con la misma pasión con la que transforma las frutas que cosecha, en esos manjares que se disfrutan en las meriendas o los postres.. Ella, que incondicionalmente acompaña, que en silencio soporta y sostiene cuando los otros flaquean… Con maestrías en cuidar y acariciar… La que ama y no pide… enseña estando…
El Papá del “Fideo”, ese que en los ochenta no estaba en casa, porque estaba “construyendo un mundo mejor para sus hijos”… inquebrantable en sus principios, en lucha permanente por sostener la coherencia entre lo que se piensa y lo que se dice, y lo que se dice con lo que se hace… Su imagen se aparece mas de una vez cuando me miro al espejo, o presto atención a lo que digo.. Confeso defensor de lo público, no dudó nunca en citar a Mosconi, Savio, o Martí, mas allá de los tiempos oscuros que aconsejaban callar algunas cosas… con sus manos extrajo sangre de esos recién nacidos que nadie se animaba a “pinchar”, así como plantó árboles, produjo bloques, contagia solidaridad, siembra futuro…
 
Es curioso, en estos 35 años de vida, cada vez que pensé en el primero de mayo, venían a mi las imágenes de las fábricas, de los obreros, las costureras, Chaplin en “Tiempos Modernos”… Siempre pensando en ese nivel macro, en “los trabajadores del mundo unidos”…
Sin embargo, hoy, siento esta imparable necesidad de homenajear a los que no suelen ser recordados con nombre y apellido, a los que están todos los días junto a nosotros, a los que antes pasaron preparando este lugar que hoy llamamos “nuestro”…
Siento necesario saludar a los que tenemos al alcance de la mano, del abrazo, o de un llamado telefónico.. esos que no nos piden homenajes, pero los merecen...
Creo que es el día para decirles “Te quiero, y gracias” a nuestros viejos, madres, padres, abuelos y abuelas… los que nos enseñaron el valor del trabajo, la dignidad de la vida…
Hoy quiero ejercer mi derecho a pensar en singular!!
Hoy quiero hacer público mi homenaje a los abuelos, a las madres, a los padres, que con sus manos, y con todos sus defectos, trabajaron y trabajan, para que nosotros podamos seguir, andando por la vida, multiplicando vida…
A fin de cuentas, ¿para que sirve si no el trabajo?
A los miles que, como el Padre del “Fideo”, trabajando son “La Patria”: Feliz Primero de Mayo!!!
Damián Verzeñassi

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