Cartas que salen del cuerpo » Nro. 316 - “No existía ni rico ni pobre” - 15/05/18

Última actualización: 14/05/2018

 

Carta 316: 15/05/18

“NO EXISTÍA NI RICO NI POBRE”

En junio de 1992, con motivo de los “500 años”, de la invasión europea a este continente, el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen de la Iglesia Católica, convocó a un grupo de dirigentes de diversos pueblos originarios para que cuenten cómo ven a los blancos, y para que compartan su visión del mundo.

          El querido amigo Gabriel Mendoza, de Pampa del Indio, Chaco, muy comprometido con el Pueblo Qom, estuvo en ese Encuentro y me regaló la transcripción de algunas intervenciones.

          Comparto la presentación de José Rivero Salazar, del Pueblo Pilagá, en la Provincia de Formosa:

Las costumbres del Pilagá aun se conservan... no puede ver a otra familia necesitada.

Hay personas ajenas que consideran que el indígena no valora su dinero, porque lo presta y no lo reclama.

Cuando un hermano está necesitado y me pide diez pesos, yo le doy. Sé que no me lo va a poder devolver porque es muy necesitado y además no tiene “changa” ni nada. Me pide prestado pero él no va a poder devolver ese dinero.

Una vez se me acercó una Hermana religiosa y me dijo que a ella le parecía mal lo que hacía. Pero nosotros no podemos insistir en que me devuelvan una cosa que presté.

La Hermana me decía:

-        Mirá José, vos estás haciendo muy mal. ¿Por qué no reclamas  tu dinero? Por eso una persona trabaja con tanto sudor. ¿Cómo puedes despreciar así tu plata?

Yo no respondí en forma rápida. Sólo me sonreía, porque sé que la gente blanca todavía no ha entendido lo que es la cultura Pilagá, las costumbres nuestras.

Pero la Hermana me insistía y me insistía con su reproche. Al fin tuve que decirle:

-        Mirá, lo que yo le doy a mi hermano, para mí no es un desperdicio, sino algo que estoy haciendo por amor. Yo siento que a la persona muy necesitada que me pide fiado no tengo que seguirle insistiendo en que me devuelva la plata porque yo sé que mi hermano no la tiene. Llegará el momento en que la persona misma, cuando pueda me la devolverá. Entonces la persona se sentirá liberada.

Por eso en la antigua familia Pilagá no existía ni rico ni pobre. Todos compartíamos la comida por igual. Esta forma de convivencia la hacemos hasta en la actualidad.

Pero ahora no tenemos más espacio, no tenemos más las tierras de antes, porque la tierra es privada. Se alambraron los montes, los charcos, los ríos, los esteros, entonces esa parte es privada. Pero el indígena aun mantiene su forma, su costumbre...

Más de 800 millones de personas sufren hambre según los últimos informes de la FAO. Como especímenes de la especie humana deberíamos avergonzarnos de esta triste realidad causada  por escandalosas inequidades. No es posible que aceptemos que la pobreza y el hambre sean “parte del paisaje”.

Necesitamos con urgencia una Re-Evolución de la Humanidad, bucear en lo profundo, ir a lo estructural, recuperar el sentirse perteneciente a la Vida.

Releer la intervención del hermano José Rivero y recordar vivencias del compartir solidario en las comunidades Qom del Chaco, se fortifica la Esperanza que lleva a la acción por la Re-Evolución de la Humanidad, que la entendemos como el cambio de paradigma cultural del Antropocentrismo al Biocentrismo. ¡Ni ricos, ni pobres!

¡Hasta la Victoria de la Vida Siempre!

Julio

ECOLOGÍA PROFUNDA

 

La “Ecología Superficial” es la que utiliza el “hombre” sintiéndose dueño de la Naturaleza. De esta manera pretende “cuidar el medio ambiente” con el propósito de seguir disponiendo de lo que considera son “recursos” a su disposición.

La “Ecología Profunda” cuida la salud de los ecosistemas, cuida la vida, la protege. El ser humano siente que todo es vida y que él mismo pertenece a la Naturaleza.

Este cuadro quiere hacer reflexionar sobre estos conceptos e invitar a la meditación para practicar la segunda.

Martha Pérez Viñas – La Habana – Cuba

marthica.alegremia@gmail.com

 

 

 

 

 

 

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