Cartas que salen del cuerpo » N° 39 - Tierra Bendita, Mujer Madre de los Pueblos - 08/03/11

Última actualización: 07/03/2011

 

CARTA 39: 08/03/11
 
TIERRA BENDITA, MUJER MADRE DE LOS PUEBLOS
 
Celebrando hoy el Día Internacional de la Mujer, evocamos a mujeres que defendieron y defienden el derecho a vivir y vivir con dignidad.
Vaya desde estas líneas, nuestro respetuoso homenaje a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo quienes, entre tantas cosas, nos enseñaron a no tener miedo.
Me sale del cuerpo comentar  dos frases que me han impactado: “Mujer, madre de los pueblos” y “Tierra Bendita”.
En mi hogar me enseñaron a leer siendo muy pequeño. En una ocasión, mi Papá me acercó con mucho orgullo, un artículo firmado por su padre, Félix Fortunato, publicado el 17 de octubre de 1918, en “La Idea”, de San Antonio de Areco, Provincia de Buenos Aires.
Cuestionaba que la Ley del Voto Secreto no incluyera el voto femenino y exigía que se le diera ese mismo derecho “a la mujer, madre de todos los pueblos del mundo”.
Me quedó grabada la frase “mujer, madre de todos los pueblos”, desde esos primeros añitos hasta hoy.
Revivencio escenas en las cuales sentía la ternura de mi Mamá, de mis Tías y de mi Abuelita.
Nunca asocié “mujer” con “debilidad”. Quizás haya tenido que ver la lectura del artículo  “Niños Pobres”, publicado en “El Heraldo, Revista de Cultura Popular”, editada en Córdoba el 31 de Julio de 1922.
Para mí era muy valiente la manera como la autora, una jovencita de 17 años, describía las injusticias y la explotación a la niñez.
Y también valerosa al referirse a las dificultades de las niñas para poder superarse, atribuyéndolas a “la presión de la educación religiosa” que ordenaba que la mujer “tiene que resignarse al destino”. 
Firmaba Julia Ayuso quien durante el curso de su vida fue mi Mamá.
Lo habitual es que sean las mujeres quienes toman la iniciativa para organizar y movilizar en defensa de la vida, contra la violencia y por la paz, por el cese de fumigaciones y deforestación, por provisión de agua y mucho más.
La imagen  de la “mujer madre de todos los pueblos” que recuerdo en mi infancia, es de dadora de vida, ternuras y sabias enseñanzas. “Re-cordar” es volver a pasar por el corazón.
Sentía “un ruido” en mi interior cuando me llevaban a reuniones de un religioso donde era prohibido que la mujer hablara. Allí escuché a hombres exhortando a mujeres a obedecer al marido “porque era la cabeza” y otras expresiones similares.
En ese ámbito también se decía que “la Tierra era maldita” porque el hombre le había hecho caso a la mujer.
La Vida me dio el gran regalo de encontrarme en el norte argentino con Pueblos Originarios y  mujeres campesinas que me enseñaron a desaprender el concepto utilitario de la tierra, para aprender lo maravilloso que es sentirse perteneciente a la Tierra.
Rosario Rea, una querida  compañera de Cochabamba, Bolivia, comentando una noticia alegrémica, me dice que la misma es “un empujoncito para seguir en esta Tierra Bendita”.
 “Tierra Bendita” me llega como la frase sanadora justa para recuperar los sentires de niño jugando con otros niñitos con la tierra, amando árboles y animalitos. Recuperar el sentir en plenitud la pertenencia a la Tierra, a la Tierra Bendita,  cuidada por la ternura de la energía femenina, energía que se halla en mujeres y en varones.
 
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
 
 Julio
 

 

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