Reflexiones » Salud de los Ecosistemas: Relaciones Alegrémicas - I Congreso Internacional de Educación Ambiental; Fusagasugá, Colombia; 2013 - Julio Monsalvo

Última actualización: 17/01/2014

I Congreso Internacional y II Simposio  Nacional de Educación  Ambiental y Redes Sociales: “Una Visión Desde El Sumapaz”

Noviembre 29, 30, y 1º  de Diciembre de  2013

Fugasugá, Colombia

 

SALUD DE LOS ECOSISTEMAS

Relaciones Alegrémicas

 

Julio Monsalvo

 Jefe Programa Salud Comunitaria

Ministerio de la Comunidad

Gobierno de la Provincia de Formosa, Argentina

alegremiasinfronteras@gmail.com

 

Resumen: El nuevo paradigma científico y las culturas ancestrales coinciden en concebir el universo como un todo, en el cual todos estamos relacionados. Se trata no sólo de un pensamiento ecosistémico, sino también de un sentimiento ecosistémico que nos hace recuperar el sentido de pertenencia a la Naturaleza. “Eco” significa  casa y “Sistema” un mundo de relaciones. El Ecosistema será saludable si las relaciones son saludables. Relaciones saludables con una misma/uno mismo, entre los seres humanos y con toda forma de vida (suelo, aire, agua, flora, fauna). Las relaciones saludables se caracterizan por relaciones alegrémicas. Cuando la alegría circula por la sangre se tiene una manera positiva de ver y actuar en la vida.

 

Palabras Clave: pensamiento ecosistémico; sentimiento ecosistémico; relaciones saludables; alegremia.

 

Todo es una red de relaciones

Las constataciones de la Ciencia de hace varias décadas y las Sabidurías Ancestrales coinciden en enseñarnos que todos somos uno, todos nos relacionamos entre todos y con el todo. 

        Ante esta manera de entender el mundo, se  concibe una sola Salud: la Salud de los Ecosistemas.

 

Paradigmas Científicos

        En este instante de la Historia de la Humanidad, coexisten dos paradigmas científicos: el de la Modernidad (aun dominante) y el de la complejidad.

El Paradigma de la Modernidad se caracteriza por entender el mundo como una sumatoria de objetos aislados aplicando una lógica reduccionista y mecanicista. Este paradigma está siendo cuestionado desde los albores del siglo XX.

Einstein, Bohr y Heisenberg, entre otros físicos, estudiando los fenómenos subatómicos, fueron constatando que el universo material es un todo indivisible en vez de objetos independientes. El universo es una red de relaciones, que incluye al observador humano, en vez de funcionar como una máquina. 

         “En el nuevo paradigma, se invierte la relación entre las partes y el todo. Las propiedades de las partes sólo pueden comprenderse a partir de la dinámica del todo. En última instancia no existen las partes.  Lo que llamamos una parte es simplemente una configuración en una red indivisible de relaciones”, afirma Fritjof Capra, físico cuántico que hace décadas postula el cambio del paradigma científico. (1)

        La Filosofía hace su aporte a esta visión de un Mundo en el que todos estamos relacionados. Arne Naess, filósofo noruego, fundó en los años 70,  la Escuela “Ecología Profunda”.

Para la Ecología Profunda nada está separado del entorno natural. El mundo se entiende como una red de fenómenos interconectados e interdependientes.

Todos los seres vivos tienen valor intrínseco. Se trata de una percepción espiritual que hace que “no me salga” agredir a ninguna forma de vida. (2)

 

Paradigmas Culturales

        Todo paradigma científico se genera de una cultura. El paradigma de la cultura occidental es Antropocéntrico. Dado su fuerte sello patriarcal, sería más apropiado llamarlo “Androcéntrico”. El ser humano se posiciona  superior a todo, No se siente perteneciente a la Naturaliza, sino que ve a la misma como un almacén de recursos, atribuyéndose la potestad de dominar y controlar.

        Este Paradigma se expandió imponiendo violentamente su propio modelo civilizatorio. Un modelo civilizatorio que lo podríamos definir con las tres “ex”: explotación, exclusión y extinción, ya que ha demostrado su gran capacidad de generar no-salud.

        En tanto el Nuevo Paradigma de la Ciencia, en donde no existen las partes, se abraza con las sabidurías ancestrales de las culturas que han resistido y resisten, sintiéndose pertenecientes a la Naturaleza.

 

Pensamiento Ecosistémico

        Nuestra Casa Grande, nuestro Planeta es un ecosistema. Todos pertenecemos a la Madre Tierra, a la Pachamama.

        En el Planeta existen millones de ecosistemas locales. Nuestro Ecosistema Local es el hogar donde amamos, trabajamos, jugamos, estudiamos, cada una y cada uno con su singularidad.

Es también el escenario en donde se nos ofrece el privilegio de ser protagonistas de una Nueva Historia,

La salud del ecosistema local incluye la salud de todos y cada uno de sus componentes: suelo, aire, agua, flora, fauna y por supuesto la salud de la población humana.

La Salud del Ecosistema es la salud de las relaciones de cada singularidad entre ellas y de cada una de ellas con el Todo. No se trata de una sumatoria de salud de singularidades.

Todo lo que hacemos en el ecosistema local, sea por la salud o por la no-salud, lo hacemos por la salud o por la no-salud del Planeta todo.

 

Sentimiento Ecosistémico: ¡Somos Naturaleza!

        Mi gratitud a todas las personas pertenecientes a los Pueblo Originarios y a las comunidades campesinas criollas, especialmente sus mujeres, que he conocido, primeramente en mi norte argentino y luego también en otras latitudes y continentes, que me enseñaron a compenetrarme con sus valores respetuosos de la Vida y de toda forma de vida y así recuperar el sentido de pertenencia a la Naturaleza.

Es esperanzador la emergencia de los sentires de pertenencia como lo vivencié al escuchar a Doña Santa, sabia anciana de Fortín Olmos, en el Chaco Santafesino, al Norte de Argentina. Entre otras cosas nos decía con sencillez y convicción impactante:

En primer lugar no es cosa de agarrar una planta así no más y arrancarla. No.   Las plantas son seres vivos que hizo Dios al igual que a mí y a todos nosotros. Son mis hermanas. Tenemos que tratarlas bien, hablarles, pedirles permiso si vamos a tomar algo de ellas para curar a alguien. (3)

Recordar es volver a pasar por el corazón. Uno de los recuerdos más fuertes que vuelta a vuelta pasa por mi corazón es cuando Aylene Watene se hace presente en la Primera Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos, allá en Bangladesh, en diciembre de 2000.

        La veo con dignidad, llevando su bandera roja, blanca y negra como representante del Pueblo Maorí, el Pueblo Originario de Aotearoa. “Tierra de la larga nube blanca” es el poético significado de Aotearoa en su idioma. El invasor impuso a esa Tierra el nombre de Nueva Zelanda.

        Me estremezco en este momento revivenciando el instante en que Aylene nos expresa:

No sé de dónde salió el dicho ‘pienso luego existo’.... No nos gusta.... Comparto lo que dice mi Pueblo: Pertenezco por lo tanto soy. (4)

Me emociona revivenciar estas vivencias que me hicieron tomar consciencia que Soy Naturaleza… Lo mejor que me ha pasado en la vida.

 

Sentido de pertenencia: Nueva Civilización

Este sentido de pertenencia es el valor esencial de la Cultura de la Vida, del Paradigma Cultural que llamamos Biocéntrico. 

Volver a sentirnos Naturaleza genera otra visión de la vida, otra ética.  Otras pautas de consumo y de producción. Somos vida dentro de la Vida.  (5)

        Del sentido de pertenencia emerge la Nueva Civilización, en la cual todo confluye para vivir la vida saludablemente.

Vivir saludablemente la vida personal, familiar, comunitaria, de la humanidad, de toda forma de vida, del Planeta, del Cosmos.

La Salud es una sola, la salud de todos relacionados entre todos y con el Todo. Pertenecer o no pertenecer… ¡esa es la cuestión!

 

Relaciones Saludables son Relaciones Alegrémicas

¿Cómo caracterizar a las relaciones saludables con una misma/uno mismo; entre todos los seres humanos y con toda forma de vida?

A nuestro entender se trata de Relaciones Alegrémicas, es decir con Alegría circulando por nuestro torrente circulatorio.

La salud saludable se expresa por la Alegremia. (6)

La alegría circulando por la sangre, genera energías, deseos de trabajar, compartir con familias y vecinos, entusiasmo para vivir.

La  “Alegremia” no se mide, se percibe, no tiene límites.

La Alegremia se hace visible en la luz de los rostros, en las estrellas en los ojos, en el caminar seguro, en una mentalidad con sentimientos y pensamientos positivos.

La Alegremia no es risa fácil sino una manera de pararse en el mundo. Aun ante las tristezas y los dolores, que los hay, la Alegremia no deja caer los brazos, sino que multiplica las energías para abordar los problemas y las dificultades con decisión, estimulando la imaginación creativa para hallar caminos saludables de superación.

 

Consciencia de la Necesidades Vitales Indispensables

Tener consciencia de las verdaderas Necesidades Vitales Indispensables (NVI), es necesario para promover y fortalecer las relaciones saludables, es decir relaciones alegrémicas.

De manera colectiva, en diversos escenarios y en variadas circunstancias, la sabiduría popular ha ido identificando las Necesidades Vitales Indispensables (NVI), para vivir con Alegremia: Aire, Agua, Alimento, Albergue, Abrigo. Amor, Arte, Aprendizaje, Amistad, Armonía, Actividad física. Se las han denominado “las A de la Esperanza”, dado que todas comienzan con la letra “A”.

Disponiendo de Aire puro; Agua limpia;  Alimento saludable;  Albergue y Abrigo dignos; Amor en nuestras relaciones y Arte para expresarnos creativamente, nuestro ciclo biológico transcurrirá con salud cada vez más saludable.

 

Cambio Cultural

Tomando consciencia de cuáles son las verdaderas NVI se genera otra ética. Se cuestionan los valores de la cultura occidental dominante descubriendo que son antivalores. Propugnamos la revolución del cambio de cultura.  Dejar el Antropocentrismo para abrazarnos al Biocentrismo.

Competitividad, individualismo, moral utilitarista, actitud patriarcal y priorización del tener, son algunas de las características de la Cultura Antropocéntrica.

En tanto la Cultura Biocéntrica es cooperativa, prioriza el ser y el estar. Sentipiensa que toda forma de vida, incluyendo la humana,  es una hebra más en el tejido de la Vida.

Así de simple y así de complejo, tomamos consciencia que la vida humana es tan valiosa como la vida de un árbol, de una mata, de un insecto.

De la Cultura Antropocéntrica ha surgido la ciencia y la técnica para la explotación.

De la Cultura Biocéntrica se ha de generar una ciencia y una tecnología cooperando con toda forma de vida, como percibimos es el orden natural de la Vida.

O quizás sea recuperar esa Ciencia con saberes y haceres respetuosos y solidarios.

 

Propuesta Pedagógica para el Cuidado de la Salud de los Ecosistemas

“Cuidar” significa acompañar con la poderosa ternura. Una actitud superadora al concepto de “atender”, donde las relaciones son asimétricas.

Sentipensar cómo nos sentimos siendo cada una de las “A” de la Esperanza, nos lleva a recuperar el sentido de pertenencia.

Tomar consciencia de cómo se encuentra cada una de las “A” en nuestro Ecosistema Local, nos impulsa a la acción de cuidar la salud de nuestro Ecosistema.

 

Generación de Políticas Biocéntricas

Estas vivencias sentipensando las “A” de la Esperanza para tener Alegremia, expresan una nueva ética, una nueva manera de sentir la Vida, y tienen la potencialidad de generar en lo cotidiano políticas centradas en la Vida, Políticas Biocéntricas.

“¿Este emprendimiento o actividad que realizamos en nuestro ecosistema local, aporta a la Salud de los Ecosistemas?”, es la pregunta que proponemos para que acompañe cada una de nuestras decisiones y acciones. (7)

 

Jallalla

Jallalla” es una voz aymara, que expresa esperanza, satisfacción y agradecimiento por la vida, y que comúnmente se utiliza al principio o al final de un acto espiritual.

La revolución que estamos ya protagonizando es el cese del antropocentrismo y del patriarcado, para abrazarnos al biocentrismo y a lo matrístico. Y esto es un acto espiritual. ¡Jallalla!

Muy claro lo podemos tener intelectualmente, sin embargo es el emocionar lo que nos lleva a la acción.

Tenemos que sincerarnos y sentipensar nuestra relación con “las luces de la civilización”. ¿Por qué tienen que seguir encendidas las luces de esta civilización? ¿Por qué no cambiar ya de estilo de vida? ¿Por qué no adoptar ya otros patrones de consumo y de producción?

¡Jallalla!

 

Notas

(1)  Capra, Fritjof y Steindl-Rast David; Pertenecer al Universo, Planeta, Buenos Aires, 1993; pág, 16

(2)  Capra, Fritjof; La Trama de la Vida, Anagrama; Barcelona, 1996; pág. 28

(3)  Monsalvo, Julio; Saludables vivencias, Colección Altaalegremia Nro. 1, Formosa, 2009, pág. 25. Se puede descargar del sitio http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/libro_saludables_vivencias.html

(4)  Monsalvo, Julio; op. Citada, 2009, pág.58

(5)  Payán, Sandra Isabel; para pensarNOS, para verNOS, para encontrarNOS; Cuadernos para la Emancipación, Salud y Educación; Septiembre 2007; Pág. 19 También en http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Reflexiones_sobre_Paradigmas_concepciones_Salud.html

(6)  “Alegremia”, neologismo que significa literalmente “alegría en la sangre”.  Se encuentran  conceptos y experiencias en el libro “Salud de los Ecosistemas,  desde el sentimiento de ser Naturaleza con Esperanza y Alegremia”;  Payán Sandra y Monsalvo Julio; Colección Altaalegremia, Formosa, 2009 y en la página www.altaalegremia.com.ar  El libro citado puede verse y bajarse del sitio http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Salud_de_los_Ecosistemas.html

(7)  Monsalvo, Julio; Protagonismo político del nivel local en salud; Cuadernos para la Emancipación, Salud y Educación; Nro. 4, mayo 2008; pág. 82.  También en el enlace http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Protagonismo_politico_nivel_local_salud.html

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